domingo, 23 de diciembre de 2007

Pistas para Budapest

Esto de aquí son unas cuantas pistas para comer en Budapest, sopladas por un buen amigo mío húngaro. Primero una pequeña lista de platos típicos húngaros, y luego una lista de restaurantes en Budapest recomendados por mi amigo.

encurtidos húngaros

Sopas
- Gulyásleves (sopa de goulash)
- Jókai bableves (sopa de judías)
- Tyúkhúsleves (sopa de pollo)

Primeros Platos
- Hortobágyi palacsinta (filloas rellenas de carne)
- Rantott libamajszeletek (hígado de ganso frito)

Platos Principales
- Pörkölt és nokedli (gulash acompañado de pasta casera)
- Töltött káposzta (repollo relleno)
- Töltött paprika (pimientos rellenos)

Postres
- Gesztenyepüré (crema de castañas)
- Somlói galuska (sorpresa Somló)

Las sopas húngaras suelen ser platos bastante completos, de hecho mucha gente se toma una sopa como cena. De todas la más delicatada y sabrosa a mi gusto es la sopa de pollo. No es nada exótica, ya lo se, pero esta realmente buena.

Los dos primeros los recomiendo mucho. Los palacsinta rellenos de carne era la manera tradicional de aprovechar las sobras de carne (como los canelones), pero sobre todo lo que hay que probar en Hungría, porque les apasaiona el higado de ganso y realmente tienen buena materia.

En cuanto a los postres, pues a mi me gusta mucho el gesztenye (a pesar de esta manera de escribirse, se pronuncia castaña).

Restaurantes
(Recomendación personal de mi amigo, que no puedo corroborar)
Caros, lujosos y se supone que de cocina excelente:
Művészinas y Gundel
Un poco (pero sólo un poco) menos caros:
Admiral y Nosztalgia
Barato, muy húngaro y con raciones tremendamente abundantes:
Non-Stop Szent Jupat

Ah, y para los que le den al inglés, un blog muy interesante sobre comida casera húngara: Food and Beverages in Hungary.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Si usted termina el cocido....

Hay un bar en Madrid llamado El Boñar de Leon que tiene escrito en las servilletas:

"Los Lunes, cocido. Si usted se lo termina, le pagamos un viaje a Canarias. 15 días con los gastos pagados." (sic)

Eso llama a gritos a que alguien lo intente. Y ahora ya conozco a dos: Angel Carmona y su amigo Paco (del que desconozco el apellido). Estos dos chicarrones se ha atrevido a intentar el reto, y hay fotos de su intento en ONMADRID (que viene con El País, pero que no aparece por ningún lado en su página web). Estas Navidades las tendrán que pasar en su pueblo, porque a Canarias no van de gratis; no fueron capaces de terminarse un cocido como el de la foto:

Cocido Maragato (¿o Madrileño?) en El Boñar de Leon (Noviciado)
cocido madrileño, una foto de tnarik

En este "reto cocidil" ya se había fijado Polo la primera vez que nos acercamos por el Boñar de Leon a tomarnos unas cañas. Ya nos imaginamos que tendría que ser ciertamente abundante, porque con los dos cortos de cerveza nos puso un platazo de paella (era jueves).

La segunda vez que volvimos a tomarnos unas cañas era un lunes y pudimos ya catar el cocido: Estábamos mirando como comernos el medio quilo de pescado (nada exagerado) que nos habían puesto para acompañar las cervezas cuando se pasó el dueño (Tino) y nos puso un plato de garbanzos con carne que parecía un ochomil. No nos veo capaces de enfrentarnos al cocido entero, porque no conseguimos acabar el pescado y apenas dimos empezado con los garbanzos.

(Advertencia: no recomendamos El Boñar de León. Pasaros por allí bajo vuestra responsabilidad)

Lo que no queda nada claro es si lo que sirven en El Boñar de Leon es un cocido maragato (por su origen) o un cocido madrileño (por la localización).... Sospecho que se trata de un cocido madrileño porque se sirve la sopa primero. (Además no puedo contradecir a la Wikipedia, que utiliza una foto del cocido de este bar para ilustrar su articulo sobre el cocido madrileño: ?!?! ). Pues ni lo uno, ni lo otro: se trata de un cocido montañés (que es lo típico del pueblo de Boñar (Gracias por la aclaración)

Yo soy un amateur en cocidos madrileños (porque mi madre lo que hace es un fabuloso cocido de Lalín). Pero he intentado formarme con el archifamoso (no se si exageradamente) cocido de La Bola (que me gustó bastante, especialmente la sopa), y del no tan famoso pero muy bueno de El Encinar del Bierzo (A pesar del nombre, unos madrileños que comían en la mesa de al lado nos certificaron que era un cocido madrileño, y luego seguimos hablando de lampreas, pero eso ya es otra historia). Y ya mucho más modesto, el cocido del menú del día en Cervecería San Juan que no está nada mal.

Por cierto, que cualquier lector me recomiende otro restaurante donde tomar un buen cocido madrileño (si no es excesivamente caro mejor) para continuar profundizando en su conocimiento.

Post Datum:

Completo la lista de restaurantes en los que tomar cocido incluyendo los recomendados por los visitantes de la página (visitantes que además advierten en contra de ir a tomar el cocido al Boñar de León: veanse los comentarios).

Recomendaciones para comer un buen cocido en Madrid:

Y además de todas estas me arriesgo a sugerir una más, a la que no he ido. Pero: por un lado le han dado un premio al mejor cocido de España (bueno, un poco exagerado el título que le vamos a hacer). Y por otro lado he escuchado al cocinero comentar como lo prepara, y la verdad da mucha confianza el cuidado que dice que pone en la preparación.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Refrescarse en Tailandia

Fanta Roja
Con el calor que hace en Tailandia, es normal intentar refrescarse. Y hay multitud de refrescos. Algunos aparentemente familiares. ¿Fanta? ¿Roja? ¿Que sabor es? Pues no es ningún sabor. De saber a algo sabe a piruleta de corazón (ese sabor extraño que podría parecerse a fresa, pero que no se parece). De hecho los de Coca Cola no se pillan los dedos: no le llaman como ninguna fruta. El sabor es sencillamente Fanta Red. Tambien existe el Fanta Green, también de sabor extraño e irreconocible.

Bebidas energéticas tailandesas
Y como inventores del archi-famoso Red Bull (que sabe realmente casi igual a la versión occidental). Pero para los Tailandeses, su favorito es el M-150. Y aún hay más... Por bebidas energéticas que no quede.


Refrescos Tailandeses
Una imagen típica de cualquier paso por Tailandia: el cajón con agua y hielo llena de botellas a enfriar.

Polos hechos artesanalmente
Y finalmente, polos hechos artesanalmente con refrescos. Era un artefacto portatil de forma circular, lleno en el interior de hielo y sal, y en la parte superior muchos huecos en forma te tubo. Para preparar unos polos solo hacía falta rellenar el tubo de refresco, añadir un palito, y ya tenías el polo.

Un toque birmano

Bueno, justamente estando el país en toque de queda, no aconseja para nada visitar Birmania, de todas formas estando tan cerca de la frontera, la propia cocina regional acepta influencias de la vecina Birmania.
Fideos con Curry BirmanosEn este caso, los tradicionales fideos con curry. No, los fideos no son estos rebozados que se ven por encima del plato, si no otros de huevo más gordos que estaban mezclados con el curry. La diferencia con las cocina tailandesa en este plato es que en Tailandia, el curry no se come con fideos y los fideos o bien se comen salteados o bien se comen en sopa. Esta es una combinación diferente.
Verduras salteadas con fideos birmanos
Estos mismos fideos en un plato que se hace salteado (fijaros que son gruesos y al huevo, mientras que en Tailandia suelen ser de arroz).
Albondigas de carne BirmanasY para terminar albóndigas de carne. (Tampoco habíamos visto nunca antes albóndigas en Tailandia).

Chinatown en Bangkok

Comida china en Tailandia
¿Dim Sum? Indudablemente estamos en Chinatown, en este caso en Bangkok. Además es un buen indicio de que son chinos de origen cantonés...

Comida china en Tailandia
Y como buenos cantoneses, les pirra el marisco. Estos son cangrejos. En esto también se les nota su gusto peculiar, porque los Tailandeses no eran demasiado amantes del cangrejo. En cambio a los chinos les perdía todos los mariscos, cuando más extraños mejor. Por si alguien tiene curiosidad sobre el precio, 300bats son 6€. Así que si, les encanta tanto el marisco que lo pagan bien caro. (En comparación, la comida en Tailandia es muchísimo más barata).

Un toque Malayo en Tailandia

Siempre hay pequeñas sorpresas. En Tailandia, el país del arroz, hay algunas partes del país en las que son capaces prescindir del arroz. Por ejemplo en algunas partes del sur, donde toman roti. Ya he hablado anteriormente de los roti como dulces.

Roti con Curry Rojo de CorderoEn este caso el roti sirve para acompañar un curry verde. Esta muy bueno el sabor del roti recién hecho. Pero no llego a entender muy claro como se puede usar para a compañar el curry. Con el arroz podías remojarlo en la salsa del curry, pero los pedazos del roti no se mezclaban bien con la salsa.

Roti MatabaEra clarísimamente mucho más conveniente el mataba, que era un tipo de Roti, que se rellenaba de vegetales o de carne. Muy rico, recien calentito.

Estas fotos son del restaurante Roti-Mataba un restaurante bastante pequeño cerca de KaoSan Road, pero justamente alejado de todo el mogollón mochilero de la zona. Supongo que bien conocido por muchos visitantes de Bangkok porque sale en todas las guías de viajes, pero de todas formas casi todas sus mesas estaban atestadas de jovencitos tailandeses (jóvenes musulmanes también, porque es un restaurante halal) en vez de turistas en bermudas. Lo cual convence de que tiene que ser autentica y buena comida. Por descontado, siento un favorito de los Tais, el precio es ajustadísimo. Vamos una dirección a apuntar y visitar. (A pesar de la confusión de algunos, no es un restaurante indio, es comida Tailandesa de los musulmanes del sur).

(A pesar de la influencia Malaya en estos platos, son autentica comida Tailandesa)

Castañas también en Tailandia

Estos fríos del Otoño los asociamos siempre con la llegada de las castañeras, y con el calorcito de llevar en las manos un cucurucho de castañas calientes.

Castañas en TailandiaPues mira tu que en el mes de Noviembre, tambien en Tailandia se estan vendiendo castañas calientes en la calle. Lo que si que no hay es nada de frío. Con la temperatura que nunca baja de 24 grados, aún así, a la gente le apetecen tomarse castañas calentitas.

Castañas en TailandiaEs curiosa la diferente técnica que usan para preparar las castañas. Utilizan un bombo giratorio relleno de gravilla basáltica, que se calienta por abajo, y luego se dejan caer las castañas que se van cocinando mezcladas con las piedras ardientes. Y luego poco a poco se van extrayendo de nuevo las castañas para servirlas a los compradores.

Brochetas y Embutidos

Mientras paseas por cualquier calle Tailandesa siempre te llegará el olor penetrante de la carne a la brasa. En todas partes estaban con una pequeña parrilla preparando brochetas. Pero no los Chicken Satay que siempre encuentras en por occidente en cualquier menú de restaurante Tailandés. Cierto es que los satay son en realidad Malayos o Indonesios. Y contrariamente a otros platos malayos como el roti, no me parecían demasiado populares. De hecho, aparte de en los menús de los restaurantes de occidentales no los vi demasiado.
Brochetas y embutidos Tailandeses
Normalmente las brochetas eran de este estilo: carne adobada con una salsa muy parecida a la de los pinchos morunos.

Uno de los productos occidentales que más parece haber triunfado entre los Tailandeses son las salchichas. Tanto las típicas salchichas estilo alemán (de pasta de carne codida), como salchichas frescas. Eran otro clásico de las barbacoas en la calle. Tanto podían estar cocinadas enteras, como abiertas por los lados para que no estallasen, como cortadas en pedazos y ensartadas... Eso sí, siempre, siempre hechas a la brasa (nunca fritas).

Brochetas y embutidos Tailandeses
Y una cosa que me encanta de los asiáticos, es que aún que asimilen una tradición occidental, le dan este toque personal suyo, que hace una combinación nueva y exótica. De la misma manera que los japoneses poniendo algas a una pizza, en este caso los Tailandeses eran capaces de inventar la brocheta de salchicha y la brocheta de pan para comer a juego. ¡Que invento!


Brochetas y embutidos Tailandeses
¿A que parecen chorizos? Pues si que lo parecen. Eso sí, en cuanto a sabor una pequeña sorpresilla: Porque son dulces. Como nuestros chorizos son carne picada, tocino, pimentón, pero saben dulces.

Brochetas y embutidos Tailandeses
No se si por ser dulces, pero resulta que estos chorizos son típicos para acompañar el desayuno. Como mi desayuno de la foto, arroz, verduras salteadas, y chorizo frito. Todo acompañado con una jarra de te helado con leche condensada(la mañana Tailandesa no es para nada fría, y viene perfecto el refresco).

Más vueltas en el mercado

Tailandia está llena de mercados, y los mercados llenos de comida. En este caso toca hablar de comidas saladas. Que si había muchos dulces, aún había más comidas saladas. En este caso las fotos son de lo que llaman "mercado nocturno". Todas las tardes, a eso de las 18:00 (en Tailandia a pesar de estar tan al sur, curiosamente, el huso horario que tienen hace que anochezca bastante temprano: sobre las 20:00)...

Pues a media tarde, de repente, un descampado o lo que parecía un aparcamiento, sufría una mutación. De repente se comenzaban a montar multitud de tiendas y chiringuitos. La mayoría de los puestos vendían ropa, productos para casa, pero buen número de ellos se dedicaban a vender comida. Tanto dulces como comenté en otro post, pero tambien vendían comida. Aparte de frutas y verduras, lo que no vendían eran carnes o pescados (eso era tarea de los mercados de la mañana).

Lo que si era específico de los mercados de noche, era el servir platos hechos. Era muy habitual ver a los Tailandeses acercarse a comprar unos cuantos platos para la cena y llevarselos a casa en una bolsa. Y ahora, toca escribir sobre las curiosidades que podías ver:

Thailand Street Delicacies
¿Que tal aspecto os tiene esto? Pues se trata de una comida. Tengo que intentar descubrir cual es el nombre de este producto (aparece escrito en la foto, pero sigo sin ser capaz de comprender el alfabeto Tai). Tambien tendría curiosidad en saber en que consiste. Al menos si se como se utiliza. Se utiliza (frío) para acompañar algún plato. En consistencia y en aspecto parece algún tipo de espuma. Y teniendo en cuenta que tiene es muy salado con un gusto muy fuerte a yodo, me hace pensar que proviene de pescado o tal vez de algas. (Nota extra, parece que era una comida muy tradicional en Tailandia, pero la verdad debía de estar perdiendo popularidad a marchas forzadas, porque ya era bastante díficil de encontrar).

Thailand Street DelicaciesY ya continuando con pescados, unas familiares caballas pero preparada de una manera diferente, marinada en salsa tremendamente picante como les gusta a ellos. Es curioso comprobar que la caballa es un pez también muy abundante en el Pacífico.

Thailand Street DelicaciesTampoco dejan de ser familiares estos boniatos, preparados a la brasa dentro de unas hojas de banano. Eso sí, aquí en España no usaríamos el banano. El cocinar productos dentro de hojas de banana es una técnica muy habitual en Tailandia. Y no sólo sirve para eso, si no también para presentar la comida (en lugar de platos). Tantos son los usos de estas hojas, que es habitual que las vendan en las tiendas y mercados para que las puedas usar en casa.

Thailand Street DelicaciesY aquí también otro plato típico del sur de Tailandia. Al menos la cocinera era también musulmán. Consistían en vegetales y huevos revueltos. Se podría llamar "tortilla Tailandesa". Evidentemente con un toque muy propio de ellos, pero no deja de ser una tortilla ¿No?

lunes, 26 de noviembre de 2007

Esos curiosos dulces Tailandeses

Los Tailandeses siempre se quedaban sin postre. Y no porque fuesen malos. Todo lo contrario, si siempre se desvivían por ser muy simpáticos y encantador. No, sencillamente no tenían la tradición de tomar algo dulce al final de la comida. Y no estoy yo muy en desacuerdo con perder ese hábito. Porque aparte de por glotonería, no tengo muy claro para que sirve meterse un pelotazo de calorías al final de la comida...

Bueno, no es que los Tailandeses no fueran golosos. Les encantaba lo dulce, pero nada de tomarlo con las comidas. A ellos lo que les gustaba era comerlos a cualquier momento del día. Por tanto, por la calle había numerosas ocasiones de comprar dulces.


Algunos no eran muy diferentes de nuestros pasteles. Tal vez un poco más llamativos, y con una pasión especial por el merengue.

No solo "un poco más" llamativos, si no que exageradamente llamativos. Este ejemplo de cerditos con piscina y algo más es bastante recargado.


Otro pastel muy típico (al menos nos lo encontramos muchas veces) eran estas obleas con merengue y ralladura de coco coloreada.

Era bastante curiosa su preparación. En una plancha caliente y engrasada ponían pequeñas lenguas de una masa (bastante más densa que las de una crepe) y luego cubrían con un poco de merengue, y las notas de color era ralladura de coco con algo de color (y también aroma, porque cada color sabía un poco diferente).

Y después el toque para que quedasen con el aspecto final era doblarlos antes de salir, con lo que tomaban esta forma de pequeñas alpargatas.


Y para los que no les gusta el coco: aún más coco. Estas bolitas eran bolitas de azúcar. Y lo que está atrás, en el barreño, de color blanco, era leche de coco hirviento. El postre era la leche de coco caliente con las bolitas de azúcar. No se hasta que punto os parecerá delicioso...

Esta era otra combinación extraña de caliente y gelatinoso. En este caso lo blanquecino no es leche de coco: es leche de soja. Se les añadía a veces algún colorante, y luego se dejaban flotar en ellos todo tipo de figuras gelatinosas.

Como podéis ver en la foto, estas sopas dulces (es que llamarlos chucherías se hace un poco extraño) se vendían en bolsitas de plástico. Las bolitas con leche de coco también se metían luego en una bolsa de plástico. No es que sea ya el recipiente más conveniente que se me pueda ocurrir, pero es que teniendo en cuenta que el líquido estaba hirviendo, hacía doloroso el transportarlo, y nada fácil el consumirlo luego.

Otra de las cuestionables aficiones de los asiáticos. No, no me refiero al batido de los vasos rojos. Esas son nuestras bien conocidas fresas. Que aunque son mucho más exóticas para los Tailandeses (las frutas tropicales son exóticas para notroso, y para ellos son los frutos de climas templados).

Lo que si que ya es mucho más extraño es lo que está en el vaso negruzco. Eso es una hierba negra, que les encanta en Asia para tomar como gelatina de hierba. En este caso es la hierba sóla, para preparar un granizado.

Realmente esta hierba me parece una de las aficiones culinarias más cuestionables de esta parte del mundo: tiene un aspecto desagradable, un olor nada apetecible, y un sabor francamente extraño. Se supone que la planta es pariente de la menta, pero no se, el sabor para nada me ha recordado a la menta.


Estos pastelazos (no eran nada pequeños) estaban bien rellenos de miel, con lo que si no les envolvían con celofán como en este caso, te encontrabas con todas las avispas del vecindario visitando el puesto. Acompañadas por muchos Tai, porque les gustaban un rato.


En el norte de Tailandia descubrí uno de los postres más fascinantes de todos. Tal vez por su preparación. Y no era complicada especialmente. Sólo hacia falta una olla grande con agua hirviendo, y una pieza de muselina atada encima. Con esto se creaba una vaporera muy especial.
Luego se le vertía un chorro de leche de coco (a lo mejor con algo más, pero es que era bastante complicado comunicarse con los Tailandeses y no fui capaz de llegar al detalle de esto) formando un círculo como si fuese una filloa.

Pero no, no se iba a comer así. Conforme la emulsión comenzaba a solidificarse se cortaba en cruz, se le añadía un poco de azucar morena en el centro de cada cuarto y se enrollaban en forma de ravioli.

Sencillisimo y sofisticado al mismo tiempo, subtil y primitivo a la vez...


Esta vez en el sur de Tailandia, otra manera alternativa de cocinar con la leche de coco. En este caso, se trabaja con una plancha con pequeños huecos. La leche de coco se añade a cucharones y se van formando charquitos en cada uno de los huecos. Y (sorpresa curiosa para un postre) se rellenaba cada charquito con granos de maiz dulce.

Se deja un rato mientras se va tostando la parte exterior, pero la parte interna (en donde flotan los granos de maiz) se mantiene aún cremosa. Entonces se sacan de la plancha y se van poniendo las semiesferas para vender. Se venden por docenas, siempre a pares, porque para comerlas tenías que tomar las dos intentando que se formase una esfera.

Un sabor curioso pero muy adictivo. Eso sí, tenía su arte porque el interior era demasiado fluido y escurría al intentar comerlo de pie.

La verdad habría que escribir bastante por lo complicada de comer que era toda la comida de los mercadillos. Se ve que los Tailandeses tienen una habilidad especial de la que yo carezco para comer de pie en bolsas de plástico, o pequeños pasteles ardiendo o comida que se te escurre...


Otra tradición repostrera del sur de Tailandia eran los pastelitos para acompañar el café. Teniendo en cuenta que por allá son más dados al desayuno salado (sopas o arroz), los musulmanes que desayunaban un café y unos pastelillos de estos eran lo más parecido al desayuno español.

El desayuno consistía en pedir un café o un té y luego ir eligiendo alguno de los pasteles para ver que tal estaba. O bien eran de arroz (como el que está desenvuelto en la foto), o (otra vez) de leche de coco cuajada. A mi me gustaron bastante más los de arroz. La leche de coco que si bien esta bastante buena caliente, una fría ya no me gustaba mucho. (Aparte no me gustan demasiado la comida gelatinosa).


Pero la gran tradición del sur de Tailandia es el roti. En realidad parece que más bien es una influencia de Malaisia, pero ya solo de lo popular que es en toda Tailandia supongo que ya es un plato nacional como el que más. En este caso me refiero al roti como postre:

Como en el caso de esta foto, normalmente las mujeres que preparaban y vendían roti solian llevar chador, con lo que deduzco que es un plato típico de los musulmanes Tailandeses. El plato consistía en un pan plano (no era una filloa, si no que la masa tenía consistencia de pan) que se extendía en una plancha aceitada.

Una de las versiones clásicas (y de las favoritas de los turistas) era la rellena de banana. Consistía en un roti bastante grande que se rellenaba de platano cortado en laminas.

Y que se cerraba en forma cuadrada.


Otra versión alternativa aún más curiosa era esta que vi en el centro del país. La masa era de color verdoso. Según explicaba la cocinera, el color era porque era un roti de banana, pero puede que me lo explicase mal, porque a lo mejor se refería al relleno.

En cualquier caso, como en el roti tradicional, se le daba forma cuadrada también.

Pero la forma tradicional de preparar los roti era hacerlos más pequeños y no doblarlos antes de servirlos.

Si sois observadores os habréis fijado que en todas las fotos en las que se prepara el roti siempre hay a mano una lata abierta. Volved a revisar las fotos y os daréis cuenta.

Porque el roti dulce siempre se sirve con leche condensada:

Leche condensada como la que tomamos en España: azucarada.

De hecho comparten una afición con muchos españoles: el café bombón. Pues resulta que normalmente a los Tailandeses les gusta tomar tanto el café como el té mezclados con leche condensada. Si no te explicas bien, la verdad es que es lo que te van a dar.

Y para terminar este pequeño recorrido, que mejor que una imagen de un chico preparando café al estilo Tailandés. No me preguntéis porque es necesaria tanta aireación, pero lo cierto es que se pasó bien 5 minutos pasando continuamente el café de unas jaras a las otras. Total, no se para qué: porque el café sabía horrible. No se que especia le mezclan pero toma un sabor extrañísimo.

domingo, 25 de noviembre de 2007

Las abuelas cocineras


(En el video una señora francesa nos explica como preparar Pain d'Epices)

Durante la Xantanza, Xesús nos comentó sobre un grupo de personas que se estaban dedicando a poner videos en YouTube de sus abuelas cocinando. Todas estos videos estan agrupados en la página: What's Cooking Grandma?

No deja de ser una idea original, pero no me veo yo convenciendo a mis abuelas para que participen en un video. Eso sí, recetas tendría de sobra para rodar...

IV BlogoXantanza: Allo e Aceite

Una vez más (y ya van 4) nos hemos vuelto a reunir un grupo de amigos para celebrar lo que llamamos Xantanza de BlogoGastrónomos. Xantanza por combinación de Xantar (comer) y Xuntanza (reunión), y BlogoGastrónomos porque somos un grupo de blogeros que les gusta escribir de Gastronomía. Y en esta ocasión me ha tocado ir a mi en representación de Laconada.

En esta ocasión hemos acudido a hacer visita al restaurante Allo e Aceite en Marín y a su cocinero, Pablo Romero. Y vayamos directamente con la excelente comida que nos preparó:

Entrantes


Zamburiñas con mahonesa de soja / Pastelitos de queso de cabra con miel
Zamburiñas con mahonesa de soja / Pastelitos de queso de cabra con miel

Croqueta de BAcalao Croqueta de chocos en su tinta
Croqueta de Bacalao / Croqueta de choco en su tinta

El plato más llamativo y original (y el que creo que todos conocíamos de anticipado) eran las croquetas de choco en su tinta (sepias pequeñitas en su tinta). Y lo cierto es que esta muy bueno y logrado. Me parecen bastante recomendables. En cambio las de bacalao ya no me entusiasmaron tanto. No me parecía que tuviesen mucho sabor y me hubiera gustado más si tuvieran tropezones de bacalao. Tengo que admitir que me gusta muy poco la besamel y todos los platos que lleven besamel. (No soy intolerante a la lactosa, si no tan sólo un poco intolerante). Con lo cual las únicas croquetas que me gustan algo son las que usan puré de patatas.

Me gustaron mucho (y eso que no tienen mucha historia) los pastelitos de queso de cabra con miel, pero sobre todo me llamó la atención la mahonesa de soja. Había oido hablar de que con soja se podía conseguir una salsa muy parecida a la mahonesa (pero sin huevo y baja en colesterol) y nunca la había podido probar. Creo que esto que probamos es eso mismo, y la verdad es que bien hecha esta muy sabrosa (eso sí, no sabe exactamente como una mahonesa de huevo, pero tampoco creo que haga falta).

Pescados

Cigalas con boletus Bogavante asado con arroz
Cigalas con setas (boletus) / Cola de bogavante asada con arroz

Se me hace raro tener que admitirlo, pero yo no soy mucho de marisco (marisco entendido como crustáceos). Así que no creo que sea el más apropiado para comparar estos platos. Como mucho daré mi punto de vista de outsider, que tambien tiene su gracia.
Y es curioso que sea yo tan poco dado al marisco, porque en Laconada hemos acabado teniendo una sección bastante extensa dedicada al bogavante. Y a lo mejor por eso, dio la casualidad de tener un plato de bogavante con arroz. Espero que mi foto haga bastante honor al plato, porque era muy bonito el juego entre el rojo vivísimo del bogavante y el color amarillento del arroz. A mi me pareció bueno el plato, aunque claro, ya he dicho que no soy experto en el tema.

Estando como estábamos en Marín, era obligatorio un plato de cigalas, cigalas de Marín. En este caso las cigalas estaban acompañadas por setas. Las cigalas estaban en su punto, poquitín hechas, pero no se, no me convenció mucho la combinación con las setas.


Jurel con pisto de cantharellus Merluza con grelos y sopa de cebolla
Jurel con pisto de cantharellus / Merluza con grelos y sopa de cebolla

Si la parte del marisco no me llama mucho, la parte del pescado la espero siempre con ansiedad. En este caso puede que mi predisposición pueda haber influido en mi opinión, pero la verdad no decepcionarte con algo del que esperas mucho quiere decir mucho y bueno.

El plato de jurel con pisto de cantharellus, puede que desagradase al ojo de algunos, porque el jurel parecía completamente crudo (y se notaba el color de la sangre). Pero a lo mejor me equivoco, pero creo que no estaba crudo. La carne eso sí, tenía todo el sabor del pescado pero un sabor suave. Por cierto ¿de que sería la espuma que tenía encima? No di identificado el sabor. (No puedo ocultar que soy gallego, menuda patada al castellano doy con la frase anterior).

Y mi plato favorito de la comida era la merluza con grelos y sopa de cebolla: La merluza sin defecto (y la piel riquísima) con una textura firme, sabor suave y deshaciéndose en lajas perfectas. Pero mejor aún la sorpresa del sabor suave y pleno de los grelos y esa ajada maravillosa. A ver, voy a insistir en la ajada... ¿cual será el secreto? ¿porque algo tan sencillo me supo tan bien? Sea como fuese, la combinación de todo el plato me encantó. Un hurra por el cocinero.

Carne

Carrilleras de cerdo ibérico con castaña a la vainilla
Carrilleras de cerdo ibérico con castaña a la vainilla

Bueno, que no se me enfade nadie, pero ¿que sería de un menú de degustación sin carrilleras?. Pues si, aquí había también carilleras. No me convenció mucho la combinación de la crema de castaña, dulce, con la carne de cerdo. No es que fuera mala, pero parecía que mi paladar quería otra cosa.

El hallazgo súper divertido fueron los granos de maiz frito (maizitos) que acompañaban el plato. ¡Que buena idea! Así me gusta: un toque gallego (¿no es típico el maíz de las Rías bajas?) y soprendente al mismo tiempo. No estaría mal usar más maíz en la cocina gallega.

Postres

Queso, membrillo y galleta Torrijas al horno con helado de vainilla
Queso Membrillo y galleta / Torrijas al horno con helado de vainilla

¿Con cual de los dos postres quedarme? Eran los dos tan buenos... ¡Pues quedemos con los dos! Tenían una cierta relación: eran una versión innovadora de un postre tradicional. Uno de ellos era un membrillo con queso pero hecho crema y compota y servido fresquito. Y el otro era una torrija evolucionada acompañada de un helado de vainilla espectacular. Todo un placer para los golosos que supongo que mientras estén viendo las fotos estarán deseando probarlos. (Aunque la foto del queso con membrillo no es especialmente clara, imaginaros que estaba buenísimo).

Gominolas de la casaTrufas de chocolate
Gominolas de la casa / Trufas de chocolate
Y aun tuvimos una última prueba del buen hacer del cocinero durante café: unas gominolas (no se de que sabor, vergüenza mía) y unas minúsculas trufitas de chocolate.

En resumen


Ha sido encantador poder encontrarme con los otros comensales, pero claro, esto ya es otra cosa. En cuanto a la comida me ha gustado mucho la manera en que Pablo trata el pescado, manteniendo su sabor y el punto (que a mi me gusta). Y me han convencido mucho algunos toques divertidos que pone en sus platos. Es que casi no le he visto defectos, a mi al menos me ha dejado encantado....


Y en cuanto al resto de los asistentes, podéis leer sus comentarios aquí:
Colineta · De Pinchos · Pantagruel, Supongo · Capítulo 0: Paparotas & Co · D54O · Another Cow Na Cociña · Matemáticas, Paladar y Fogones · La caja de los Hilos