viernes, 17 de agosto de 2007

¡Francesinhas de destrucción masiva!

Esta semana hemos realizado una aventura que deseaba hace mucho rato: acudir a Oporto y probar una de sus famosas Francesinhas. Ya llevaba muchos años oyendo hablar de este tremendo bocadillo, así que tenía que comprobar por mi mismo si la mitología se ajustaba a la realidad.

La Francesinha se puede explicar sencillamente como un sandwitch, con dos rebanadas de pan de molde tostado, relleno en capas sucesivas por linguiça (un tipo de embutido portugues parecido al chorizo, pero no necesariamente igual), salchicha fresca, jamón cocido y filete de ternera o de cerdo. Toda esta cantidad de carne normalmente tiene un grososr de unos buenos dos dedos. Luego el bocadillo es recubierto por lonchas de queso, gratinado al horno, y se sirve cubierto del ingrediente secreto: la salsa picante. Por su imponente grosor, porque esta cubierta de queso fundido y porque la salsa pringa todo el bocadillo se tiene que comer con cuchillo y tenedor.

Pero así con palabras no es fácil entender lo intimidante que puede llegar a ser esta combinación. Para eso mejor esta foto donde se puede comprender lo peligroso que es este platillo:
Francesinha de la Cafetería Santiago
Esta es la fotografía de la Francesinha con patatas fritas de Cafetería Santiago (mapa). Sospechosamente presumen mucho de tener la mejor Francesinha de Porto. A lo mejor exageran un poco, pero la gente parece estar de acuerdo con ellos: en la hora que estuvimos comiento se despacharon como poco 60 francesinhas, porque la abundante clientela venía (en familia y todo) a tomar específicamente eso.

La opinión personal: excesiva (por lo contundente), muy rica, y en su punto. De ponerle un pero tal vez que la carne estuviera ya un poco templada. Las patatas espectaculares: cortadas a mano y fritas en su punto. Un consejo que merece la pena tenerse en cuenta: si no sois extremadamente tragones, mejor compartir la francesinha entre dos comensales. Comerse una entera es bastante indigesto.

Pero como sobre gustos no hay nada escrito, parece que todos los portuenses tienen una cafetería favorita diferente. Por eso, unos amigos nuestros nos llevaron a probar la de Big Ben (mapa):
Francesinha de la Cafetería Big Ben
En este caso tomamos la versión clásica (sin patatas ni nada). ¿Como estaba? Pues una vez más bestial (en lo que sacia en lo bien que sabe). Es díficil decidir entre una u otra. Son diferentes, y a la vez parecidas. La principal diferencia es la presentación (que se puede ver en las fotos) y la salsa, con un sabir bastante distinto.

No puedo dejar de admitir que pecamos de inconscientes, porque tomamos 2 veces Francesinhas en apenas 8 horas. El plato es no es nada fácil de tragar: muchísima carne, muchísimo queso fundido, una salsa bastante grasa y picante. Una vez terminado necesitas calma para digerir, y tiempo para recuperarte del empacho. Pero al mismo tiempo tiene un sabor tremendamente adictivo, esa combinación de picante, ese sabor untuoso del queso, todos los tipos de carne...El maridaje perfecto para una Francesinha: la cerveza, y entre las cervezas la Super Bock que se fabrica en Oporto. (Todo lo demás es sacrílego) Doblemente combinan, porque la cerveza tambien se usa para prepara la salsa picante.

Y a aquel que se le ocurra pensar que somos unas nenazas y que la Francesinha no merece el calificativo de animalada, que antes se atreva a meterse una de una sentada. No es que sea el bocadillo más grande del mundo, es sencillamente la combinación más explosiva que nunca se haya llevado a cabo. Una buena representación de la pantagruélica gastronomía del Norte de Portugal.

Post Scriptum:
Despues de documentarme con un conocedor profundo del tema Francesinha, tengo que hacer una pequeña correción. Las dos fotos que aparecen son de Francesinhas Especiais. Sin salsa se llaman Francesinhas a secas, y que las que llevan la famosa (y peligrosa salsa) son Francesinhas Especiais.

Post Scriptum 2:
Ya llegó la Web 2.0 al mundo de las Francesinhas: http://francesinhas.com En esta web podeis localizar y puntuar las Francesinhas (tanto en Portugal como en el extranjero)

Post Scriptum 3:
¿Vives lejos de Porto? ¿Echas de menos la Francesinha? Puedes intentar hacerla en casa. Hemos intentado una versión de la receta usando ingredientes fáciles de conseguir en España:
Brico-gastrnomía: Francesinhas en casa (primer intento)

viernes, 10 de agosto de 2007

SARDIÑAS LAÑADAS / SARDIÑAS "SALPRESAS"

Quixera que esta receita fora unha homenaxe á miña abuela. Foi ela quen me falou por primeira vez deste xeito de conservar as sardiñas. E por curioso que pareza e co cariño que lles teño, ainda non as probei, pero si as teño preparadas para o consumo.
O conto é salgar o peixe durante horas ou días para preparalo posteriormente.
O procedimento ven sendo así: lávanse, decapítanse, desespíñanse e eviscéranse as sardiñas. Déixanse limpas e abertiñas polo ventre sen chegar a retirar a cola. Nun recipiente bótase sal gorda no fondo (eu utilicei unha que venden en paquete de 2 Kg indicada especialmente para salazóns, cociña "á sal"...), e vanse deitando por capas as sardiñas alternadoas con outra cobertura de sal, de xeito que ao final non queden as sardiñas ao aire.


Este sería o resultado da cobertura total (Foto 1)
E ao seu lado temos as sardiñas despois de 4 días.
Se se deixan máis de un día con sal é bo deixalas a remollo dun día para o outro (camo o bacallau)
O xeito máis común de preparalas é cocidas con cachelos. Primeiro cócense as patacas e nos últimos minutos bótanse as sardiñas.
Prometo voltar con novas despois de catalas. A miña ilusión é preparlle unha empanadiña á abuela, que é a sua debilidade.

lunes, 6 de agosto de 2007

¿Esto es Italia o Inglaterra?

Nunca me hubiese imaginado que estando en Manchester iba a comer tantas veces comida italiana. Pero dado que mis compañeros de trabajo les gustaba mucho, y que dentro de la comida accesible en la ciudad, los restaurantes italianos eran de lo más interesante, es normal que cenásemos al menos una vez por semana en algún restaurante italiano.

Habitualmente ese restaurante era el Piccolino. Los puntos a favor del Piccolino eran un ambiente muy acogedor (los camareros eran muy amables) y desenfadado, y unos precios no exagerados (al menos concordantes con la calidad del producto). De lo mejor del restaurante, el risotto de zucca (risotto de calabaza y tocino) o los espaguetti carbonara (o sea, sin nata, por mucho que se empeñen en España que la receta lleva nata). Le doy el mérito que tenían una cocina a la vista, lo cual creo que esta bien, da confianza al cliente. Y la última curiosidad, aunque nunca lo hubiésemos pensado resulta que el restaurante pertenece a una cadena (justo de los mismos que el Restaurant Bar & Grill del que he hablado bien).

También de otra cadena era el San Carlo(no hace falta que vayáis a Manchester para poder ir a uno, si no que en Londres también los hay). Mira que soy bastante reacio a la restauración en cadena... pero no puedo decir que me haya decepcionado este restaurante. Es mucho más ruidoso y para nada íntimo, con lo que tiene un ambiente muy, muy latino (con clientela, muy, muy sajona). Y no hay que tener mucho miedo al menú. La pasta en su punto. En mi caso, quedé contento de mis saltimboca.

Y la opción más lujosa (y probablemente más auténtica) tiene un nombre nada previsible: el Stock. Aun con ese nombre es un restaurante italiano. Si se quiere impresionar a alguien, el lugar adecuado: unas salas elegantísimas. Sorprendentemente, el precio no es necesariamente exagerado. Sin pasarse con el vino, el menú podría quedar por debajo de las 40£ (que si bien parece tremendo, en Inglaterra, y para un lujo como este no esta nada mal). Eso sí, si se quiere ser maniroto, fuera de menú, se puede pedir marisco y pescado a precio del día. (La mariscada que vimos en la mesa de al lado era impresionante).

Curiosamente, no fui por una fiorentina (bestial, sólo para apetitos voraces), o unos típicos escalopes, ... Para tal escenario, yo escogí un hígado de ternera al estragón. Me sorprendí a mi mismo: no he tomado nunca hígado que no fuese sacrificado en casa (desconfianza que tiene uno de la ganadería). Pues mereció la pena el riesgo: que tierno y sabroso que estaba. Incluso, me dejó encantado el puré de patatas. (No me gusta el puré de patatas porque se pasan bien con la mantequilla o bien con la leche. Pues este me gustó, así que mejor evitarlo si os gusta el sabor a leche en los purés). Ah, todo esto acompañado por un Montepulciano, que si bien se le veía que era un vino de postín, me confirmó que no me gustan nada los vinos con mucha crianza. Creo que me voy a limitar a los jóvenes.

Bueno, pues 3 opciones de comida italiana para quien se acerque a Manchester. (He dejado fuera al ubiquo Pizza Express, que curiosamente no es nada malo).

viernes, 3 de agosto de 2007

Yorkshire Pudding (Ruth Style)


yorkshire landscape, originally uploaded by VROG in Bristol.

Bueno, a receita do Yorkshire Pudding que Ruth deixou nun comentario merecía estar na portada, así que aquí esta con foto ilustrativa (ainda que estes puddings non son os de Ruth). Deixo liberdade a Ruth para que suba as súas propias fotos e borramos esta...

Yorkshire Pudding
3/4 taza fariña
sal a gusto
1 ovo pouco batido
1/4 taza de auga
1/2 taza de leite
30g graxa animal (lard) ou manteiga fundida

A cousa é simple. Tamízase a fariña e o sal; engádense os ovos e a auga Bátense os ingredentes ata convertilos nunha pasta. Quentar o leite e engadilo remexendo deixando a pasta fina, ca textura da masa das filloas. Engraxar os moldes estilo magdalenas (fonte metálica) con graxa ou manteiga. Prequentar o forno a 200º, verquir a masa nos moldes e introducila no forno 10-15 minutos ou ata que suba o pudding. Para os que non os coñezades, os yorkshire pudding quedan como pasteliños ou madalenas. Ás veces quédalles un buratiño afundido no medio. Son douradiños (dependendo de se os ovos son da casa ou non) e lixeiramente torrados por riba.

Bon apetite!