foto cortesía de herr kalkunUna buena manera de comenzar un viernes lluvioso (imagino que muy habitual en Inglaterra, lo de lluvioso, y lo de comenzar el viernes): desayuno inglés en un típico café inglés.
El "OK" ya desde fuera llama la atención, y promete ser un lugar para ponerse al día en cuanto a desayunos, con su cartel luminoso diciendo "All day breakfast served". ¡¡Cielos!!
No es para nada un lugar elegante, ni escogida es su clientela. Unos cuantos borrachos, gentes de caras torvas (mejor no mirarlos mucho, a saber que peligroso negocio tienen preparado), trabajadores camino de la fábrica,... Toda esa gente que Tatcher y la New Labour quisieron que olvidasemos, pero que es el alma del Reino Unido.
Según el canon del "KO", el desayuno inglés es: (dos) salchichas, baked beans (de las peores pasiones de estos britanicos: la salsa es desagradablemente dulce), huevo frito, bacon (Al menos en Manchester, el bacon no es para nada panceta. En USA si toman el mismo bacon que nosotros, pero aquí en Manchester lo que llaman bacon son más bien tiras de magro de jamón, eso sí bastante saladas - y para nada ahumadas), tomate (En otros lugares más sofisticados, tomates frescos salteados en la sartén, en el "OK" son tomates pelados de bote pasados por la sartén pero no demasiado hechos), café (instantaneo) con leche, y lo más importante, unas cuantas tostadas de pan de molde ya bien impregnadas de mantequilla. Una vez esto, ¡Hala! a comer.
Pues eso, el
OK Café en
Picadilly, Manchester. Para quien se atreva a probar la auténticamente chunga comida inglesa.