Antecedentes:
Pues si bien comí muy bien y me trataron de manera excelente en varios sitios en Cinque Terre (si alguno tuvo una experiencia negativa en la zona, que lo comente, pero yo rebatiré con 3 ejemplos de lo contrario), mi restaurante favorito en Cinque Terre y el que recomiendo:- La Trattoria Dal Billy, en Manarola
Entiendo que pueda haber ciertas suspicacias. Comp podría hablar mal de ellos cuando ¡me regalaron una camiseta! (Camiseta que por desgracia parece que he perdido en la ultima etapa de mi viaje y que me ha llenado de tristeza). La camiseta es del estilo que la que tiene Billy en la foto (por cierto que en el fondo se ven las famosas iluminaciones navideñas de Manarola). Y lo cierto es que no entiendo muy bien porque me merecí tal premio, porque tampoco pedí un menú caro, ni les hice mucho gasto. Podría ser porque cuando me pidieron cambiar de mesa, para ayudar a que se sentase un grupo de 4, lo hice sin problema - y hice bien, porque por mi buena fe, conseguí una mesa con mejores vistas:
Situación:
Una de las cosas especiales que tiene la Trattoria es que como está en el alto de Manarola, tiene unas vistas buenísimas al paisaje y al mar (y se puede disfrutar de la puesta de sol en directo). De hecho el que estuviera arriba hizo que no supiese de su existencia en mis primeros 2 días en Manarola.
Por suerte el segundo día estuve haciendo un paseo por las terrazas que estan inmediatamente encima del pueblo, y mientras me sentaba relajado mirando el paisaje me fijé en que una de las casas de la parte de arriba del pueblo tenía una bandera pirata, bueno, no solo una, si no dos banderas. Y luego me fijé que se veía gente moviendose dentro. Aguzando un poco la vista soy capaz de leer que pone en el toldo: "Trattoria Dal Billy". Me pareció original que el restaurante estuviese en lo alto del pueblo y decidí acercarme a ver que tal.
El componente humano:
La segunda cosa que hace especial a esta Trattoria, es que el trato de la gente y el ambiente es tremendamente desenfadado, familiar y algo mágico. A ver, cuando uno va al restaurante va a comer, pero tambien va a que sea algo especial, que sea algo agradable y muy memorable. En eso, la gente 'Dal Billy' no se si tendrán parangón.
Cuando llegué al restaurante, había junto a las ventanas 3 parejas ( de diferente edad ) charlando amigablemente mientras tomaban el café - los extranjeros cenan realmente temprano, yo acaba de llegar a las 20:30, el restaurante estaba aún medio vacío y estos ¡ya estaban terminando su cena! Me llamó la atención la extraña disposición de las mesas porque si bien estaban juntos se veía un poco de hueco entre ellos. La charla aún les duró mucho (por falta de licores no sería, que los de la Trattoria te dejaban 3 tipos de licores en la mesa), pero al rato descubrí el secreto: se fueron yendo cada uno por un lado, despidiendose. En realidad no eran amigos, estaban en mesas diferentes, contiguas, no eran ni del mismo país, y se acaban de conocer.
Parte de que pasen estas cosas no fue casualidad, los propios trabajadores de la Trattoria lo buscaban, con bromas amables, consiguiendo que unas mesas hablaban con otras, y sobre todo tratando a todos muy bien. No se, así escrito os puede sonar algo un poco molesto, como de graciosetes insoportables, pero os juro que tenían un arte encantador, que siempre te arrancaban una sonrisa.
En mi caso, luego de haberme tomado yo mi plato, y haber disfrutado comiendo las almejas una a una, se me acerca Edoardo y me dice que le he caído simpático, y que me va a hacer el regalo de la camiseta. Será que soy un buen tío, yo que sé. Gente muy simpática todos los que trabajan allí, muy buen ambiente más que empleados parecían todos un grupo de amigos. De hecho, yo luego de que me regalasen la camiseta acabé charlando con los de la cocina, de pequeñas cosas, enterándome de quien era Billy (esa noche estaba durmiendo ya en casa) y historias de pesca.
Y como otro ejemplo... justo al lado mía había una chica americana que estaba cenando sola. Cuando pidió su postre, de repente, se apagan las luces y aparece su tarta de chocolate con una vela y los camareros con unos megáfonos cantando "Happy Birthday to Youuuu... Happy Birthday to Youuuuu...". (A todos los demás del restaurante nos pareció encantadora la broma y aún nos sonreimos un buen rato). La chica debió quedar bastante descolocada, porque aunque tenía la vela en su mesa preguntó "Is it really somebody's birthday today?".
No todos eramos extranjeros en el restaurante, al lado mía había una italiana que había invitado a sus padres a cenar. Luego me los encontré más tarde por el pueblo, se acordaban de mi y me saludaron! Me fijé que estaban hablando con un lugareño de Manarola de que habían estado comiendo en la "Dal Billy" y habían quedado muy alucinados por todo. El señor del pueblo les explicó algo de la historia del restaurante y por la expresión que tenían parece que estaban todos muy contentos y muy satisfechos del restaurante. (La verdad no debía haberme puesto a quedar a la escucha de conversaciones ajenas, pero es lo que tiene un pueblo pequeño como Manarola por la noche, hay tal silencio y tranquilidad que se escuchaba todo en la distancia).
La comida:
Después de lo contado antes puede parecer que el restaurante sea más espectáculo que otra cosa, pero lo cierto es que me quedé más que gratamente impresionado de la comida. Fue uno de mis mejores momentos en estos 4 días en Italia. (De hecho dediqué un post enterito a estos Linguine y a su Bottarga, imaginad lo que me debieron gustar)
Primo: Linguine alle vongole e bottarga |
Sciacchetr |
Como podéis ver, cuando dije que lo de que no creía que me hubiesen regalado la camiseta por hacerles gasto, es que como veis, mi cena fue muy discreta, apenas un primer plato ( bueno, lo que en Italia llaman siempre un primero, que es pasta ) y un poco de vino de postre.
El restaurante tiene un menú mucho más amplio que esto: platos de marisco, pescado a la parrilla (a la manera italiana, te presentan el pez entero a escoger en la mesa y luego te lo preparan), y varios tipos de platos típicos. Y como podreis ver en las fotos de su propia página web, por ejemplo la pasta la hacen ellos mismos. Una cosa que puedo asegurar que es excelente (porque me lo dijeron los 3 italianos que luego me encontré en el pueblo) es que el linguine all'astice (tallarines con bogavante, el primo italiano de nuestro arroz con idem) estaban impresionantes. (Mira así teneis la valoración sobre el marisco, ya que yo nunca lo tomo).
Y para terminar, como bien dije, el café va acompañado por grappa, amaro y el licor de limón de la zona: limoncetto (del estilo del famoso licor de Sorrento, pero a mi manera de ver un poco menos dulce - a mi me gusa mucho).
Limoncetto casero |
Pues nada más, yo al menos quedaré siempre con la intención de volver por Cinque Terre y volver a bajar por estas escaleras: