Justo todo comenzó durante una cena en el Swagat. Aquel día uno de mis compañeros se atrevió a pedir el chicken phall, que se supone que es el plato más picante de la comida india (no esta mal saberlo). Lo divertido del caso es que el camarero insistiese en decirle a mi amigo que se lo pensase bien porque el plato era unlimited spicy (parecía no darse cuenta que estaba hablando con un compatriota, y que sabía de antemano a lo que se iba a encontrar). La broma se cerró, porque mi amigo se tomó todo el pollo con total tranquilidad, y ante nuestra pregunta de que si picaba tanto nos dijo: no, es como el curry que me preparo en casa.
De aquí quedamos en que un día iría a cenar con ellos (y probar ese curry picantísimo que preparan en casa).
Tenia yo interés en ver in situ como se preparan los platos para intentar repetirlos yo en casa, pero por desgracia, llegué tarde. Eso sí, llegué al momento en el que estaban preparando los Chapati. Pero ya sólo por eso mereció la pena.
Supongo que como todos los que hemos ido a un restaurante hindú nos hemos fijado en los diferentes tipos de panes planos que tienen, y sus diferentes nombres. Pero lo que no era consciente era que aparte de en cuanto al nombre y a los ingredientes, que también cada tipo de pan tiene un proceso de elaboración distinto.
El Chapati es un pan de trigo que se prepara a la plancha, sin nada de aceite. Tal como he visto, creo que se puede hacer fácilmente en casa, y esta buenísimo. (Fácil de hacer si no tienes una vitrocerámica o cocina de inducción, por lo que se verá después: hace falta una cocina de gas).
Los ingredientes son muy sencillos: harina de trigo, agua y sal. La harina de trigo tiene que ser de la menos refinada posible (de trigo duro sería perfecta, y la de repostería la peor para este pan).
Se amasa hasta tener una masa firme y que no se pegue a los dedos y se forman bolitas pequeñas (del tamaño de una nuez) y se dejan a reposar un rato.
Ahora llega la parte divertida del plato:
Tienen un sabor muy neutro y son muy ligeritas con lo que valen para combinar con cualquier cosa, pero claro, los indios lo usan como acompañamiento de sus guisados (y como cubierto para comer los platos).
Y en esta cena acompañaban a los siguientes platos:
Un muy rico plato de Dal (así me dijeron que se llamaba pero debe ser más bien algún tipo de sambhar) :
El plato consistía en una sopa muy cremosa y suave (con las leguminosas bien tiernitas). No era picante: no se si por deferencia a mi, o porque el plato en general es poco especiado. Tampoco me dieron la receta exacta, pero supongo que buscando en Internet cualquier receta que contenga "toor dal" el plato seguramente sea muy similar.
Pues eso, dos platos y ninguno de ellos era picante. El picante que me habían puesto de reto era pollo, tal como veis en la foto:
¿Y picaba? Picaba muchísimo. Más que el chicken phall. Puede que no mucho más, pero no me apetece hacer una comparación lado a lado, porque aquello abrasaba. Me lo tomé pero sufrí un rato. Pero no estaba malo el maldito. Tenía su saborcillo fresco. Por cierto, para que se vea como son los indios y su estomago de hierro, mientras yo me esforzaba para tomarlo, ellos le añadían por encima cucharadas de puré de guindilla pura, como si no picase ya bastante. ¡Menudos chicos!
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