La semana pasada tuvo lugar la 1ª 'Xantanza' de Blogastrónomos Gallegos (el ordinal ya promete que vaya a repetirse). El restaurante Yayo Daporta no se acobardó a acoger el evento, y aceptó el reto proponiendo el siguiente orden del día:
Mousse de coliflor con vinagreta de café, berberecho y aceite de albahaca
Para romper el hielo, nada mejor que un entrante frío. Al ver que los ingredientes estaban en diferentes capas pensé que lo que convenía era atacarlo verticalmente. Al ir hundiendo la cuchara, se mezclaban los sabores de la mouse con el aceite de albahaca, las virutillas oscuras (¿no era trufa?) y... cuando llegabas al fondo... café. Si lo sorprendente era el sabor del café, para mi la sorpresa fue la falta de sabor a coliflor. Sea como fuese, no me convenció el plato. Mientras tanto, mareaba a mis compañeros de mesa con el tema de los restaurantes-franquicia y su querencia por los platos prefabricados. Obesiones que tiene uno.
Terrina de Foie-Gras con queso de Arzúa y calabaza caramelizada
Al rato la conversación fue divergiendo, luego de mencionar lo obesionados que estan en Madrid con que el marisco crece en todas partes, y que cuesta cuatro duros. Por desgracia, el marisco bueno es caro, el malo tampoco es barato, y los que visitan Galicia parecen demasiado obsesionados en comer mal marisco e irse descontentos. Bueno, la conversación cesó cuando nos dispusimos a probar el nuevo plato (silencios que se repetía cuando llegaba cualquiera de ellos). (...interesante la presencia de la calabaza...) A mi me gustó mucho la combinación del queso con el 'foie'. Por sugerencia del cocinero lo estábamos acompañando con un Sauternes. Además de combinar perfectamente con los platos de 'foie-gras', tengo que admitir debilidad por los vinos dulces (sea un Sauternes, un Tokaji o un eiswein).
Ostras sobre royal caramelizada de coliflor y maracuyá, espinacas fritas y vinagreta de zanahoria
De repente estábamos hablando muy animadamente de la abundancia de tojos en los alrededores de los Castros. ¿Tal vez con función defensiva? Entretenido en la conversación, no me percaté y de repente tenía delante mía 3 hermosas ostras. Los que me conocen bien saben que no me gustan las ostras y apenas las he tomado un par de veces recientemente. Pero no por eso no dejé de darme cuenta que estas eran 3 ostras hermosas y sanas, y me las comí con buen gusto. ¡Y bien que las disfruté! Mi compañero destacó las espinacas fritas, por lo original de la idea y lo bien que le habían salido. (No se, yo las noté un poco insípidas, con buena textura). Comí con tal entusiasmo las ostras que me dejé la royal detrás, después de probarla, me pareció tal vez innecesaria, puede que las ostras, la vinagreta y las espinacas se bastasen.
Mejillones en tempura sobre crujiente de arroz y algas
Copa tras copa (poco a poco, que éramos gente de templanza) la comida transcurría. Durante todo este tiempo (y algunos platos más) acompañamos la comida con el Alvariño recomendado de la casa. Combinaba muy bien con todos los platos: casi todo venía de la propia ría. Como por ejemplo los mejillones, que a veces no están demasiado apreciados. Seguramente de todos los platos que tuvimos en la mesa, este era el más exuberante (por su presentación digo). Rodeado de toda esa espuma apenas se veían los mejillones rebozados. Porque en realidad la tempura no deja de ser el rebozado tal como entendieron los japoneses del siglo XVIII la receta portuguesa. Yo estoy sobresaturado de leer la palabra tempura en los menús de Madrid (y no penséis que visito muchos restaurantes, sencillamente abusan un poco del nombre). Por eso tenía yo cierta desconfianza hasta esta receta... Y esta bien admitir que me equivoqué con el prejuicio: muy logrado el encierro del mejillón, que llegaba calentito a la boca. ¡Oops! Me olvidé de acompañarlo del crujiente... no importa, ya había sido todo un éxito en sabor.
San Martiño asado con verduras ecológicas salteadas con zamburiñas
¿Porque andarme con rodeos? Este es mi mejor recuerdo de la comida. Mira tu que sencillo parece el plato, si hasta el nombre lo dice todo. (Gallegos y castellanos tenemos una cierta discrepancia en cuanto al santoral y confundimos a San Martiño y a San Pedro: no importa, es el mismo pescado). El San Martiño lucía precioso, con las esquinas tostaditas, y su piel reluciente. Estaba bien acompañado de zamburiñas, acelgas y un chorretón de aceite. Que maravillosas son las zamburiñas, y que respeto les tuvo el cocinero al saltearlas en su justa medida. Como impresionante fue la mano con las acelgas: acertadas en la cocción, llenas de sabor, tiernas... En cuanto al pescado, no se si estaba en su punto... estaba a mi punto... Un plato redondo: el aceite que acompañaba el plato era suave y dulce. ¡Buenísimo! No me avergoncé a mojar el pan en el aceite.
Foie-Gras Asado sobre calabaza crujiente y salsa de trufas
No todo iba a ser blanco en la tarde, y cuando llegó un plato que lo requería, nos pasamos a un rosado Navarro, no muy fuerte porque tenía que acompañar un plato de ave.
Por la brevedad del comentario creo que se va a entender que este plato no me gustó demasiado. Si me hizo mucha gracia la presencia de la calabaza. Era la segunda vez que visitaba la mesa. Y esta vez también era una visita de lujo. Deliciosa.
Infusión de frutos rojos con helado de queso fresco
Se que os estáis cansando de leer esto. También (a pesar de lo excelente del banquete) nosotros nos comenzábamos a sentir un poco saciados, así que la llegada del postre, no fue una noticia mala del todo. Hablábamos de la comida mientras el helado se iba deshaciendo poco a poco en la infusión (nos sirvieron la infusión en el momento para que el helado no se disolviese). El helado era sutil, refrescante y perfecto para el final de la comida.
Una vez saciadas las fieras (nosotros, los comensales), Yayo se acercó a saludarnos, y nosotros le dimos las gracias por la comida. Sinceramente, yo he quedado muy contento e impresionado con su habilidad. Algunos platos me parecieron más un acierto que otros (por supuesto, todos tenemos nuestras preferencias). Pero me asustó con lo bien que preparó la acelga (mira tu que sencillo) y lo bien resuelta que estaba la 'tempura'. En general, todos los platos tenían una materia prima excelente y tiene respeto por ella. Me gustan sus ideas. De hecho no me voy a limitar a decir que es muy bueno y recomendar el restaurante, si no que he incluido en mi lista el volver a visitar el restaurante, a probar tal vez el cochinillo, la raya o el plato de salmonetes...
Para otras opiniones (y mucho mejores fotos) pásate por alguno de estos enlaces:
Diario del Gourmet de Provincias y Perro Gastrónomo (y más, y más...)
Colineta
De Pinchos
Pantagruel, Supongo (antes,durante la comida y sobre la comida)
Cocinalia (y otra)
Código 0
Another Cown In the Corn
La caja de los Hilos
Y a ver quien descubre los blogastrónomos en este 'robado':
8 comentarios:
A pesares de que te esqueceches de min non vou ser ruin, e estarás na miña relación de ligazóns da xantanza.
Penso que coincidimos en todo menos no primeiro plato.
Deica
Oes, moitas disculpas pero non foi por maldade, se non por descoñecemento. Non tiña nen idea das direccións dos blogs da xente. Ademáis non fixen nada por investigar esta semana, porque non quería ler nada. Non por neuras miñas, se non para non influenciarme polas opinións dos demáis. Para non saber que opinara a xente.
Hoxe estiven poñendo os links, e teño que admitir que confei cegamente nos links que había nas páxinas...
... e agora chega o momento vergoñento de admitir que... non sei cal é a dirección do teu bloge. Xa me dirás....
Podería borrar o post anterior... pero está máis divertido admitir o propio erro.
¡¡Pero coma podería imaxinar que eras ti!! O link xa está. Para que non digas.
Me alegro de que te gustase... Y espero que volvamos a vernos en la 2ª Xantanza.
Eu tamén fixen por non ler ningún comentario, porque como xa comento na miña humilde reseña, un acaba influenciándose, en especial cando estes veñen de tan ilustres teclados (plumas sería un pouco anticuado, nonsi?).
Estás perdoado... pero que non se volte repetir ;-).
Me alegra descubrir que para alguien más que para mí fue uno de los platos estrella. No sé cómo se lo habrán presentado a Capel, pero el mío estaba de muerte.
Moraiminha,creo que nadie le puede rebatir a un gallego de peixe.Sinceramente yo he llegado a la conclusión con el señor Capel,que arrastra algun trauma de infancia sobre el pan y el café y que eso lo lleva a predisponerse mejor o peor con ciertos platos.Para los madrileños en general el punto de coccion difiere mucho del vuestro (que humildemente considero delicioso) Para mi,aunque no fue mi plato favorito,fue también de los puntos altos del menu.
Bueno... Capel habla de "impresentable el pez san martiño con guisantes, que llega a la mesa recocido y absolutamente reseco" Este no tenía guisantes, ni el pescado estaba codido. A lo mejor es otro plato, o a lo mejor Yayo se ha puesto a la onda. No se, digo yo.
A mi lo que me importa es que esta vez me parecía bueno. Al menos a mi gusto personal.
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