
Normalmente las brochetas eran de este estilo: carne adobada con una salsa muy parecida a la de los pinchos morunos.
Uno de los productos occidentales que más parece haber triunfado entre los Tailandeses son las salchichas. Tanto las típicas salchichas estilo alemán (de pasta de carne codida), como salchichas frescas. Eran otro clásico de las barbacoas en la calle. Tanto podían estar cocinadas enteras, como abiertas por los lados para que no estallasen, como cortadas en pedazos y ensartadas... Eso sí, siempre, siempre hechas a la brasa (nunca fritas).

Y una cosa que me encanta de los asiáticos, es que aún que asimilen una tradición occidental, le dan este toque personal suyo, que hace una combinación nueva y exótica. De la misma manera que los japoneses poniendo algas a una pizza, en este caso los Tailandeses eran capaces de inventar la brocheta de salchicha y la brocheta de pan para comer a juego. ¡Que invento!

¿A que parecen chorizos? Pues si que lo parecen. Eso sí, en cuanto a sabor una pequeña sorpresilla: Porque son dulces. Como nuestros chorizos son carne picada, tocino, pimentón, pero saben dulces.

No se si por ser dulces, pero resulta que estos chorizos son típicos para acompañar el desayuno. Como mi desayuno de la foto, arroz, verduras salteadas, y chorizo frito. Todo acompañado con una jarra de te helado con leche condensada(la mañana Tailandesa no es para nada fría, y viene perfecto el refresco).
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