domingo, 29 de julio de 2012

¿Por qué tiene tan mala fama la comida inglesa?

Cada vez que los españoles viajan a Londres, el comentario que siempre se repite es que el el Reino Unido se come fatal. Después de haber pasado allí unos días de vacaciones, tengo que decir que estoy completamente en desacuerdo. Durante estos días he intentado comer platos típicos para tener una idea un poco más clara de lo que es la "comida inglesa", y he quedado gratamente sorprendido. Hay varios sitios que me gustaría destacar:

Ye Olde Watling
Dirección: 29 Watling Street (metro Mansion House)
Precio orientativo: 15€

Situado en pleno centro de la City of London, Ye Olde Watling es un antiguo pub situado en lo que fue la oficina de proyecto de Christopher Wren durante la construcción de la catedral de Saint Paul.


Se trata de un local sencillo y sin pretensiones cuya carta está llena de platos tradicionales como salchichas con puré de patatas y salsa gravy, varios tipos de sheperd's pie... y un excelente fish and chips, un enorme trozo de bacalao muy tierno con un rebozado crujiente, acompañado de sabrosas patatas fritas con su piel.


Para ser sincero, después de haberlo probado no consigo entender por qué el fish and chips tiene tan mala fama entre los españoles: me parece un plato sencillo, sabroso y con un sabor muy particular que recomendaría probar a cualquiera que visitase las islas.

The Bull and Last
Dirección: 168 Highgate Road (metro Tufnell Park)
Web: http://www.thebullandlast.co.uk/
Precio orientativo: 30€

Hace tiempo que Londres puso de moda los gastropubs, antiguos bares restaurados con gusto y respeto a su apariencia original que sirven platos típicos de la gastronomía inglesa a un público más joven que la clientela tradicional de los pubs.

Me apetecía mucho visitar un gastropub en la ciudad que los vio nacer, pero hace tiempo que la propia prensa británica critica que la mayoría no son más que sitios de moda que sirven una comida infame. Guiado por los normalmente fiables columnistas del Guardian decidí ir a lo seguro y visitar uno de sus gastropubs recomendados, el The Bull and Last.


La carta del local es corta pero suficientemente variada y se renueva diariamente para adaptarse a la temporada. Me sorprendió la abundancia de platos de pescado procedente del Mar del Norte, así que decidí probar la trucha salvaje.


Estaba excelente, con una carne de sabor muy marcado cercano al salmón pero muy poco grasa. Obviamente el plato no tiene mayor complicación que la de conseguir un pescado de calidad y muy fresco, algo que está claro que la (muy amable) gente del The Bull and Last se esfuerza en conseguir.

PieMinister
Dirección: BoxPark Shoreditch Popup Mall, 2-4 Bethnal Green Rd (metro Shoreditch High Street)
Precio orientativo: 10€

Un centro comercial construido a base de contenedores en Brick Lane (uno de los barrios más de moda de la capital inglesa) no parece un sitio donde se vaya a comer especialmente bien. Sin embargo había una oferta bastante amplia, los locales tenían buena pinta y además había una zona de mesas comunes que permitía que cada uno de los que íbamos comprásemos en un local diferente pero pudiésemos comer juntos. Así que nos quedamos.


Nunca había tomado un sheperd's pie (los "pasteles de carne" que se ven en las típicas series inglesas) así que cuando pasé por PieMinister, una pequeña cadena especializada en este tipo de empanadas, decidí probarlo:


Y me gustó mucho. Se trata de una especie de gruesa empanada, con una corteza crujiente y ligeramente hojaldrada rellena de una mezcla de carne de cerdo guisada con diferentes aderezos, con una textura melosa pero un sabor muy intenso. Viene acompañada de puré de patatas con salsa gravy.

En resumen, mi experiencia con la comida inglesa fue muy satisfactoria, completamente contraria a todo lo que me habían contado que me encontraría en Londres. Y a decir verdad, tengo mi propia teoría de por qué. Los españoles solemos comer en torno a las 15:00, mientras que en el Reino Unido se suele comer mucho más temprano (diría que entre las 12:00 y las 13:00).

Sin embargo, por lo que he podido ver estos días, la mayor parte de los españoles no nos adaptamos al horario de comida británico sino que intentamos ir a comer a la misma hora que en España, que allí queda más o menos a medio camino entre la comida y la cena. ¿El problema? Que acabamos comiendo en lo único que hay abierto: restaurantes de comida rápida, bares... y claro, la comida no es muy buena. Pero ya sabéis, "donde fueres haz lo que vieres": entrad a comer en los sitios donde van los londinenses, a la misma hora a la que van ellos. Os gustará.




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