domingo, 9 de septiembre de 2012

Des Halles à Rungis

Durante siglos y siglos, existió en la orilla derecha del Sena el mercado más importante de París, llamado Les Halles. En el siglo XIX se reconvirtió en el mercado mayorista de París, y se construyó una enorme estructura de metálica (los famosos Pabellones Baltard), en donde se vendía la mayoría de los productos alimenticios que se consumían en París. Era lo que se llamaban: el estómago de París.

Estos pabellones se pueden ver en los minutos iniciales de Irma La Dulce de Billy Wilder:



Una versión documental y bastante más antigua sobre el funcionamiento de los Halles a principios del siglo XX:



El tiempo pasó y a finales de los años 60 se decidió trasladar el mercado mayorista a las afueras de París, al sur a Rungis. El lugar donde se alojaban los Halles se reconvirtió en un parque al aire libre, centros comerciales y la estación de cercanías de Les Halles-Chatelêt.  (Las Irmas en cambio, persisten: apenas a unos 200 metros, en la Rue Saint-Denis, una de las calles más antiguas de París, aunque parece que nunca se va a convertir en un lugar turístico a la altura de su historia).

Como no podemos viajar en el tiempo, ya no es posible visitar Les Halles. En cambio su substituto, Rungis, sí que admite visitas de particulares. No tiene la historia y tradición de los antiguos edificios, pero para interesados en la cocina y como funciona la gastronomía francesa es interesante.

Rungis es bastante diferente a los antiguos Halles, mucho más grande, mucho más profesionalizado, mucho más aséptico:

Visualizar o mapa ampliado

Aún así es posible visitarlo. Tanto en visitas organizadas (una vez al mes) como si quereis de manera privada, en coche particular o autobús. No es un mercado cerrado a profesionales si no que cualquiera que pague la entrada puede acceder. Entre otras cosas hay varios restaurantes funcionando dentro del mercado. Si algún día os apetece desayunar un buen filete con una copa de champán a las 7 de la mañana, Rungis es vuestro sitio (y no sereis los únicos, estareis rodeados de muchos negociantes tomando un desayuno como el vuestro).

Proximamente en Laconada... nuestra visita a Rungis en imágenes.

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