Me llega un correo de Salva maldiciendo lo difícil que es encontrar nabos. Hay quien ignora esta situación, pero es una verdadera tragedia. La gente normal no suele echar en falta los nabos porque no sabe cocinarlos o no los conoce más que por el nombre y referencias esotéricas en las que se los asocia a algo que se come solo a falta de algo mejor. Cuando los introduces en recetas como la del cuscús que está preparando Salva en la foto o simplemente los echas al cocido, ese plato tan fácil de hacer como olvidado, descubres que son una cosa rica rica.
Los nabos se suelen vender en preparados para cocido, acompañando un solo nabo una tonelada de apio, col y zanahoria (la mayor parte de la veces hecho todo picadillo). Encontrarlos sueltos es una tarea imposible. Lo gracioso es que cuando los encuentras sueltos son muy baratos, así que no tienen que ser para nada un producto exótico y raro; simplemente no tienen mercado. Uno se los imagina depositados en alguna cámara o almacén esperando por un apio viejo, una zanahoria seca y un trozo de col mustia o simplemente pudriéndose a falta de poder llegar a su plato. La única explicación que se le ocurre para esta desgracia es la mala prensa que se les ha dado pero, ahora que hay crisis ¿no es hora de que vayan liberando a los nabos?
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