Esta semana se me ha ocurrido una idea bastante estúpida mientras estaba en el supermercado: comprar queso de untar sin sabor (que es tal como el nombre indica, no sabe a mucho) o comprar alguno con finas hierbas. El queso blanco es un sustituto bastante sano para untar tostadas y bocadillos. La mantequilla o margarina, por muy light que sea, es por definición grasa. En cambio el queso blanco tiene bastante menos grasa y si en cambio proteinas y calcio (y el light verdaderamente tiene menos).
Yo me aficioné al queso de untar en Alemania. Todo fue ver que mi compañero de piso se preparaba unas tostadazas. Aunque el queso que tomaban era Quark (que es un tipo de requesón, pero nada parecido a nuestro requesón). Quien no se aficionaría si tenían cientos de ellos con sabores, preparados para untar...
Ahora vuelto al truco: pues decidí comprarme el queso natural (light) y añadirle los sabores en casa. Menuda tontería... ¿no? Pues es barato y variado.
Receta: ¿Como preparar queso de untar a las finas hierbas? Compras una tarrina de queso de untar natural. Lo dejas fuera de la nevera unas horitas, para que se vuelva más blando. Y luego preparas el aderezo del queso: 1) Finas Hierbas: Perejil y Cebollino frescos picados bien finitos. 2) Ajo y perejil: un diente de ajo machacado y perejil muy picadito 3) A la húngara: un pimiento rojo picantito (o no) picado tambien muy fino. Con una cuchara remueves el queso mientras añades el aliño, para que quede más o menos repartido. (No es fácil porque el queso es pastoso, como se esperaría de algo para untar: si no se pegase no se untaría). Los quesos naturales no traen sal añadida, así que puede ser buena idea añadir sal al gusto. Y hala, a guardar la tarrina en la nevera. Con el paso de los días se irá haciendo más sabroso al absorber el sabor del aderezo.
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